La comida era su pasión y por eso decidió ser chef. Tenía un local en la placita de las Flores, en la zona céntrica de la ciudad de Medellín. Tenía 43 años y se llamaba Jhon Fredy Henao Marín.
Le gustaba compartir con sus amigos y los invitaba a su casa. Con todas las personas era amable y estaba en una relación desde hacía un tiempo. No era oriundo de Medellín, y el 30 de septiembre había viajado a su pueblo natal. El primero de octubre lo asesinaron en su casa.