«Atento» sería la primera palabra que cualquier ser querido de Jorge Enrique Cifuentes Cely hubiese pronunciado al hablar de él. Desde joven, Jorge vivió la violencia. Fue desterrado de Puerto Gaitán (Meta). Amenazado por la guerrilla, salió hacia la ciudad de Bogotá, donde empezó a trabajar como comerciante. El 6 de enero del 2015 fue asesinado en su casa. Su familia lo recuerda por ser la columna vertebral del hogar, porque se hacía cargo de todo.