Todos lo recuerdan como un «cura chévere». Siempre estaba alegre y dispuesto a ayudar a quien lo necesitara. Ofició en varios barrios de Barranquilla, en donde organizó bingos y rifas para sacar las parroquias adelante.
José Antonio Valle Bayona nació el 22 de junio de 1965 en Barranquilla. Desde joven quiso ser cura. “Llegó desde niño a la Arquidiócesis porque siempre sintió el llamado de Dios”, recuerda el obispo auxiliar de Barranquilla. En 1998 se ordenó como sacerdote. Era el mayor de tres hermanos. Todas las tardes visitaba a su madre, doña Carmen, quien se encontraba en silla de ruedas y sufría de Alzheimer. Además, hacía ejercicio todos los días, era amante del reggaetón y un dedicado muralista. El último mural que pintó fue de un Cristo Redentor en la casa cural de Lipaya.
El 6 de mayo de 2013, José Antonio fue asesinado. Tenía 47 años. Fue despedido en una multitudinaria misa en la Catedral Metropolitana de Barranquilla.