Su familia la recuerda como una joven alegre. Era indígena Wayuu. Vivía en Maicao con su papá, su mamá y sus hermanos. Allí también trabajaba como estilista. Hasta el 18 de septiembre de 2011, cuando la asesinaron. Le faltaba poco para cumplir 20 años. Su familia no entiende por qué la mataron, si no tenía problemas ni malas amistades.