Ricardo Arango Peláez

“Al él lo quería todo el mundo, era un ángel”, recuerda uno de sus hermanos. Ricardo Arango, o Richi como le decían, tenía un gran corazón: le gustaba ayudar a los niños de la calle y no miraba condición social. Jamás se negó a dejar entrar a alguien a su salón de belleza.

Era estilista y asesor de imagen en Dosquebradas, Risaralda. Tenía 41 años y llevaba más de 25 años peinando, maquillando y arreglando a reinas de belleza y personalidades del mundo del espectáculo. Además de ser reconocido en su trabajo, Richi quería seguir creciendo como profesional. Entró a estudiar a la UNAD y cuando esta abrió su sede en Dosquebradas, le regaló a la Universidad un escudo tallado por sus propias manos. Cursaba cuarto semestre de Administración de Empresas cuando fue asesinado en su tierra natal, el 14 de marzo de 2013.