Era el menor de cinco hermanos. Por eso, a pesar de su edad, le seguían diciendo «El Niño» de cariño. Roberto Luis Hoyos Duque trabajaba en un establecimiento de antigüedades. Además, sabía leer las cartas y era muy solicitado para esto. A sus 63 años, fue asesindo en Medellín el 15 de noviembre de 2015.