Su madre lo recuerda como una persona luchadora. William Andrés Olivera Sabogal tenía 18 años y trabajaba como asesor comercial en un almacén de zapatos.
Era el menor de tres hijos y el consentido de la casa. Le gustaba la fiesta. El 4 de agosto de 2013, su novio le pidió que se quedara en la casa, que no saliera a rumbear, tenía un mal presentimiento. Ese día William salió con su primo y en la avenida primero de mayo lo apuñalaron.